El investigador del Institut Nova Història (INH) Leandre Martí nos aporta una prueba más de la reelaboración del pasado por parte de la censura colonial, esta vez centrada en la adulteración del escudo original de Puerto Rico. El escudo de Puerto Rico es el segundo más antiguo del Nuevo Mundo. Fue otorgado en 1511 por el rei de Aragón, Ferran II (Fernando II), entonces rey Cataluña y de todos sus reinos y regente de Castilla, en nombre de su hija, la reina Juana, incapacitada. En el escudo original figuraba la bandera del Reino de Cataluña, junto a la del Reino de Sicília. Sin embargo, no fué hasta mucho después, el 9 de marzo de 1905, que se aprobó una ley que regula el escudo de armas de Puerto Rico. Tras varias enmiendas a la ley vigente para obtener la interpretación del escudo, en 1976, se autorizó en su versión actual, donde las banderas de Cataluña y de Sicilia ya han desaparecido completamente del escudo original y son sustituidas por las bandera de Castilla. Escudo original de
Hace cinco años publiqué mi libro titulado "Alto riesgo, los costes del progreso". En ese momento estaba trabajando en un nuevo proyecto editorial: en concreto, un estudio sobre la ideología nazi. Entonces llegó a mis manos un artículo de la revista "Historia y Vida" (número 158, mayo de 1981), escrito por Hilari Raguer, monje de Montserrat y reputado historiador. En este preciado documento se explicaba con mucho detalle un hecho excepcional: la visita de Heinrich Himmler a Montserrat, el 23 de octubre de 1940. Su "cicerone", un monje de apellido Ripoll, escuchó con estupor la siguiente declaración del alto mandatario nazi: "En Montserrat se promulgó la herejía albigense, con la que nosotros (los nacionalsocialistas) tenemos tantos puntos de contacto". El lugarteniente de Hitler fue a Montserrat siguiendo la pista de Parsifal, el personaje legendario que inspiró el célebre poema de Wolfram von Eschenbach (de alrededor del año 1200). Sesenta años